El jardín, un agradable trabajo.

Los amantes de la jardinería cuando salimos a nuestro jardín, siempre tenemos alguna atención para prestar a su cuidado, se trata de trabajos que se convierten en agradables placeres para nuestros sentidos.Eliminar las rosas marchitas, quitar las hierbas que no queremos, regar las zonas a las que no llega el riego, reparar el riego o simplemente regar. Todo ello se torna una satisfacción integra, complementada por el agradable aroma vegetal de todas las especies que poseamos, la alegre composición de colores y las inadvertidas circunstancias que cada momento se producen en ese pequeño entorno de vida que hemos creado.

Ha pasado la noche más corta del año, en estas latitudes, también ha entrado el verano y en consecuencia las plantas se enfrentan a otra etapa. Aprovechando el calor, se produce un desarrollo más avanzado. En verano el tiempo pasa más deprisa, es decir, las flores alimentadas de los rayos de sol se desarrollan antes, los frutos se llenan con más rapidez y las plantas aceleran su absorción de clorofila intensificando sus verdes tallos.

Cada circunstancia en el jardín es digna de ser observada, también el efecto de las tormentas y por su puesto la protección de las especies más débiles o que creamos que se puedan ver afectadas negativamente por las potentes lluvias que pueda acarrear estas desavenencias veraniegas.

Enemigos de las plantas


Una de las tareas más feas y difícil de la jardinería quizá sea la de deshacernos de todas las plagas y enfermedades que afectan a nuestras plantas, debido en su mayor parte porque tenemos que recurrir a los poco apetecibles productos fitosanitarios.

Es complicado el control de las plagas, porque tenemos que recurrir a remedios químicos que tienen sus definidas instrucciones de uso a las cuales hay que ajustarse: su eficacia, persistencia, precauciones y peligros, entre otras. Por ello se aconseja la mano de un especialista o el asesoramiento riguroso en la correspondiente tienda donde se adquiera el producto.

Por otro lado existen las medidas ecológicas, numerosas plantas que favorecen la no existencia de agentes patógenos, y otros remedios naturales, todo ello requiere un riguroso estudio y unos conocimientos más amplios, pero que, bien merece la pena aprenderse.

Sirva como ejemplo el uso de depredadores de nuestros enemigos. Hay empresas que venden mariquitas para usarlas contra el pulgón.

En realidad las maneras de hacer frente al problema de plagas que invaden nuestras plantas son muchas, pero a la hora de la verdad la más usada es la del tratamiento químico, pues siempre recurrimos al problema cuando es demasiado grave.

Hay que destacar que años como el presente son especiales y difíciles, pues los cambios climatológicos causan un gran trastorno, tanto en las plantas, como en los agentes patógenos que las incomodan. Es ello que el desarrollo de las plagas y de las enfermedades coincide en incrementarse con cada uno de esos cambios. De esta manera se hará necesario recurrir al remedio sanitario cada vez que el tiempo asiente.

Intercambio de semillas


Una buena práctica, que mucha gente comparte y otra desconoce o no desarrolla, es el intercambio de semillas.

La recolección de las semillas, a veces, puede resultar engorrosa o una actividad a la que hay que prestar demasiada atención, no obstante, la práctica de la misma incrementa la gratificación del cultivar tu propio jardín, pues estas completando el ciclo de la multiplicación de las plantas.

Lo más fácil es acudir a la tienda de turno a adquirir los cómodos sobrecitos de semillas, donde el dibujo de las flores tan perfectas parece que va a darnos el resultado seguro, no obstante a la hora de la verdad el resultado no siempre el esperado. Por eso, si se desean adquirir nuevas semillas, para no tirar el dinero, lo más recomendable es consultar al vendedor si estamos acertados tanto en la época de siembra, como en el lugar donde lo vamos a sembrar y en el clima, así como las condiciones que requiere la futura planta.

En cuanto se refiere al intercambio de semillas, que es lo que centra este escrito, es una práctica muy saludable, tanto para las plantas, gracias a los consejos que podemos obtener de nuestro compañero de trueque así como para nosotros que vamos a ver gratificada la entrega de nuestras semillas con otras diferentes, que por un lado van a verse favorecidas por el cambio de situación y por el otro van a enriquecer la variedad de nuestro jardín.

Frutos y flores

Ahora, el trabajo de todo el año da su fruto.


Tanto los árboles y plantas de frutos como las de flores, en su mayoría, ahora muestran todo su esplendor. No por ello hay que desmerecer su cuidado sino mas bien hay que dedicar otra clase de cuidados a la vez que se aplica el disfrute de las mismas.

-Recolectar flores, frutos.

-Controlar los riegos e irlos incrementando.

-Aumentar los abonados y fertilizaciones.

-Controlar las plagas, enfermedades, en este aspecto siempre “es mejor prevenir que curar”.

-Controlar la proliferación de malas hierbas y eliminar las que nos estorben.