La virtud del jardinero

La paciencia

Hay árboles que nos hacen esperar años, desde que son sembrados, para dar su fruto. Plantas que dan su fruto o su flor tras meses de cuidado. En todas está implícito el factor tiempo que obliga al jardinero a desarrollar la virtud de la paciencia.
El buen jardinero ofrece todo su cariño al cuidado de los seres vegetales que hacen posible la magia de los jardines.
Flores que se hacen esperar y después esos frutos que saboreamos en su madurez.
La paciencia es la virtud por excelencia del jardinero, la que le hace dedicar la espera al cuidado de plantas, arboles y jardines para el disfrute en ese preciso momento en que damos valor a la paciencia depositada.