Forma parte
de la naturaleza, la muerte o la marchitez. Muchas plantas tienen partes
muertas, hojas secas o flores que han quedado marchitas.
Cierto día
de tormenta de verano, después de la lluvia, apareció el suelo lleno de hojas
secas. Sin embargo, las copas de los árboles estaban vivas, jóvenes y verdes.
Este fenómeno meteorológico había limpiado las partes muertas de estas plantas dándolas
un tónico de vitalidad.
Nosotros
podemos hacer lo mismo con nuestras plantas, árboles, arbustos. Se trata de una
labor muy beneficiosa para la perspectiva visual de nuestros jardines y para el
revitalizamiento de las plantas.
A nadie le sienta mal un lavado de
cara. Es otra de las cosas buenas que podemos hacer por mantener en condiciones
nuestros bellos jardines.