El invierno se acaba, el mes de marzo despide la estación del frío y da la bienvenida a la de la explosión floral. Las plantas vuelven a la vida. Se quedan atrás los días cortos, el hielo y otros fenómenos atmosféricos que aún pueden hacer acto de presencia con menor probabilidad.
Es tiempo de salir al campo, darse un baño de sol y disfrutar del jardín preparándolo para lucirlo precioso.
El buen tiempo invita a salir y sumergirse en las labores del jardín, disfrutar del contacto con la naturaleza. Hay mucho que hacer: labrar el terreno, abonar, comenzar con los riegos para ayudar a las plantas en su despertar primaveral. Se deben dar las últimas podas a los árboles frutales más tardíos y otra serie de tareas como las limpiezas y el cuidado del terreno.