En febrero comienzan los primeros síntomas de la primavera, con lo que el jardín ya va demandando nuestra intervención.
Las podas no pueden hacerse esperar más, tanto de frútale como rosales. Evitar los días de heladas para rematar las podas necesarias en las especies de hoja caduca.
El abonado que dará alimento a la explosión primaveral conviene que se aporte ahora, para que la planta lo encuentre más cerca a la hora de digerirlo, más si cabe en sólidos de liberación lenta.
Es muy recomendable mantener limpio el jardín de malas hierbas que hayan podido surgir en este tiempo, y que harán competencia a las plantas que realmente deseamos.
Los días comienzan a ser más largos, y las yemas cada vez más hinchadas, se acercan las floraciones del almendro y el cerezo.
Conviene ir preparando los parterres para vivaces, flores de temporada, bulbos y de hortalizas para el huerto.
También aunque parezca increíble, va siendo hora de ir realizando algunas siembras.
Manos a la obra, el invierno se va despidiendo con los más esmerados preparativos para lucir un precioso jardín en Primavera.
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