Enemigos de las plantas


Una de las tareas más feas y difícil de la jardinería quizá sea la de deshacernos de todas las plagas y enfermedades que afectan a nuestras plantas, debido en su mayor parte porque tenemos que recurrir a los poco apetecibles productos fitosanitarios.

Es complicado el control de las plagas, porque tenemos que recurrir a remedios químicos que tienen sus definidas instrucciones de uso a las cuales hay que ajustarse: su eficacia, persistencia, precauciones y peligros, entre otras. Por ello se aconseja la mano de un especialista o el asesoramiento riguroso en la correspondiente tienda donde se adquiera el producto.

Por otro lado existen las medidas ecológicas, numerosas plantas que favorecen la no existencia de agentes patógenos, y otros remedios naturales, todo ello requiere un riguroso estudio y unos conocimientos más amplios, pero que, bien merece la pena aprenderse.

Sirva como ejemplo el uso de depredadores de nuestros enemigos. Hay empresas que venden mariquitas para usarlas contra el pulgón.

En realidad las maneras de hacer frente al problema de plagas que invaden nuestras plantas son muchas, pero a la hora de la verdad la más usada es la del tratamiento químico, pues siempre recurrimos al problema cuando es demasiado grave.

Hay que destacar que años como el presente son especiales y difíciles, pues los cambios climatológicos causan un gran trastorno, tanto en las plantas, como en los agentes patógenos que las incomodan. Es ello que el desarrollo de las plagas y de las enfermedades coincide en incrementarse con cada uno de esos cambios. De esta manera se hará necesario recurrir al remedio sanitario cada vez que el tiempo asiente.

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