Intercambio de semillas
Una buena práctica, que mucha gente comparte y otra desconoce o no desarrolla, es el intercambio de semillas.
La recolección de las semillas, a veces, puede resultar engorrosa o una actividad a la que hay que prestar demasiada atención, no obstante, la práctica de la misma incrementa la gratificación del cultivar tu propio jardín, pues estas completando el ciclo de la multiplicación de las plantas.
Lo más fácil es acudir a la tienda de turno a adquirir los cómodos sobrecitos de semillas, donde el dibujo de las flores tan perfectas parece que va a darnos el resultado seguro, no obstante a la hora de la verdad el resultado no siempre el esperado. Por eso, si se desean adquirir nuevas semillas, para no tirar el dinero, lo más recomendable es consultar al vendedor si estamos acertados tanto en la época de siembra, como en el lugar donde lo vamos a sembrar y en el clima, así como las condiciones que requiere la futura planta.
En cuanto se refiere al intercambio de semillas, que es lo que centra este escrito, es una práctica muy saludable, tanto para las plantas, gracias a los consejos que podemos obtener de nuestro compañero de trueque así como para nosotros que vamos a ver gratificada la entrega de nuestras semillas con otras diferentes, que por un lado van a verse favorecidas por el cambio de situación y por el otro van a enriquecer la variedad de nuestro jardín.
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