Sin salir de la península Ibérica encontramos variedades paisajísticas significativas en este final de otoño que bien podría decirse ya invierno climatológico; mientras en el centro el hielo se apodera dando fin al ciclo de muchas plantas, en las altitudes la nieve cubre todo de blanco, cambiando completamente la perspectiva.
En partes del norte y principalmente en el oeste la humedad y frecuentes lluvias alimentan el verdor casi perpetuo de estas latitudes.
Así y con estos condicionantes que casi por lo general mueven al jardinero hacia un descanso de labores "in situ", no será tiempo perdido si se sabe gestionar de la debida manera, con actividades encaminadas a la mejora de nuestro jardín, directa o indirectamente, ahí van unos consejos:
- Guardar a buen recaudo bulbos y rizomas, aislados unos de otros y envueltos por ejemplo en periódicos.
- Preparar y buscar las semillas que vamos a utilizar antes de la primavera.
- gestión adecuada de los restos vegetales
- limpieza, engrasado y afilado de herramienta, así como del almacén o armario donde las guardemos.
- Reparaciones y revisado de maquinas, sea este el caso de segadoras, motosierras, cortadoras; en aras de evitar sorpresas en el último momento en que se acumulan las tareas.
Seguro que hay muchas cosas más, sólo es echarle imaginación.
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