Cuida tus rosas sin pincharte

Bellas rosas enriquecen nuestros jardines durante todo el verano. Es demasiado fácil obtener rosas. 
Se trata de una bonita flor que nos regala su esencia sin pedir mucho a campo. Un poco de agua y un poco de cuidado. Ni tan siquiera su poda es delicada.
Pero, si queremos, podemos mimarlas como se merecen para ayudarlas a sentirse mas preciosas aún.

Cuidado con los riegos, lo justo. Ni poco, ni en exceso. El rosal basta con regarlo una vez cada dos días generosamente o una vez al día ligeramente.
Mantener abonados frecuentes. Una vez por mes si se trata de un abono sólido o una vez cada quince días si se trata de abonos líquidos para mezclar con agua.
Eliminar las rosas viejas para favorecer la floración nueva. Y cortar los chupones que tanta vida quitan a la parte bonita del rosal.
Los rosales sobreviven sin tratamientos. Si lo que quieres es que se presenten sanos, lo más recomendable es mantener un tratamiento cada quince días.

Algunas de las afecciones que suelen perjudicar nuestros rosales son: el oídio, la roya y los pulgones.

Si queremos obtener rosas más elegantes se pueden hacer labores selectivas como la eliminación de los botones laterales de una rama y dejar el apical.

Pero lo más importante es agua, abono y atención.

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