El agua es uno de los elementos más esenciales para la vida de las plantas. Cuanto más agua tenemos mejor, pero cuidado, es tan malo el exceso como la carencia de este preciado bien.
Como ya todos sabemos el agua es un recurso escaso y limitado, más en países como España donde muchas zonas sufren grandes carencias de este elemento.
De los múltiples sistemas de riego existentes, los que mejor funcionan y más agradecen las plantas son los más eficientes, es decir, esta demostrado que un jardín luce más bonito cuando es regado con un sistema automático de goteo que cuando es regado por inundación.
Agua, ni mucho ni poca
Entre los problemas por exceso de riego el más común son las pudriciones, pero hay otras muchas enfermedades o virus derivados de encharcamientos o excesos de humedad.
Por defecto de agua el mal peor es muerte por sequía que origina el marchitamiento de la planta que se seca poco a poco.
Es muy recomendable tener en cuenta la temperatura y la época del año en que nos encontramos y nunca descuidar el estado de nuestras plantas y, en este caso, su humedad. Mas si se trata de plantas en maceta.
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